Ma. Pia Vázquez



Real del Monte es un pueblo que en el pasado albergó grandes minas de plata, oro y plomo. La gente del pueblo vivía de esta actividad y los mineros permanecían la mayor parte del tiempo en la mina. Cuando salían a su turno, visitaban las cantinas, que se situaban en todo el poblado (existen datos que registran hasta tres cantinas por calle), se dice que las mujeres de los trabajadores, al ver que sus esposos derrochaban el poco dinero, (que ganaban con la extracción de minerales) en las cantinas, decidieron crear sus propios locales, habilitando sus casas para este fin, así recuperaban el dinero para su hogar y mantenían a su esposo más tiempo con ellas.

Con ésta información decidí, al llegar a Real del Monte, visitar la mayor cantidad de cantinas, para conocer a la gente que ahora frecuenta estos lugares y así rescatar experiencias, acercarme a sus costumbres y a su historias.

A partir de esto hice un recorrido por dichas cantinas, “las mas populares” que se encuentran cerca de la plaza central, como "La especial", "la libertad", "la deportiva", "la gloria" y "la nueva Lucha", algunas de las 15 o 20 que quedan de las 200 que hubo en algún momento con el auge de la minería.

Al cerrar las minas, la gente dejo la ciudad y esto influyo en el comercio y por supuesto en la cantidad de cantinas que hoy existen las cuales por obvias razones disminuyeron..

Durante los recorridos a estas cantinas, conocí mucha gente, desde los dueños, cantineros y meseros, de igual forma a trabajadores de distintos rubros: mueblistas, maestros, policías, también emigrantes que retornaban a su cuidad, artesanos, mineros y ex-mineros.

Una de las personas que llamo mucho mi atención fue un artesano que se dedicaba a trabajar el plomo, don Teto como le decían, él construye soldados y otras figuritas de pequeño formato, que luego vende en la plaza artesanal del pueblo; él me explico cosas especificas acerca de su trabajo, incluyendo todos los procesos de fundición y armado de las piezas, moldes, desmoldantes, etc.

Fue entonces que decidí trabajar sobre la idea de este proyecto. Hablando con el señor Roberto, (su nombre real) quien mantiene la tradición del pueblo minero y que hoy muestra en su trabajo de pequeña escala, el cual es un reflejo de la historia de Real del Monte, la pequeña minería, el proceso artesanal, hasta el lugar donde lo conocí, "la cantina".

Después del recorrido lo que hice fue construir el registro fotográfico, para realizar una pieza que escenifica una cantina modelada en plastilina, el retrato de él y sus compañeros de cantina tomando cerveza en la barra. Ésta pieza de pequeño formato fue entregada a don Roberto para que sacara moldes y luego la fundiera en plomo; finalmente será regalada a la cantina desde donde saque la imagen.

La obra aún se encuentra en proceso, ya que la realización de los moldes, el proceso de fundido para una pieza (única) es mas largo y complejo. En donde participare y registrare la fundición. Concluyendo el trabajo en el momento de la entrega de la pieza al dueño de la cantina “la libertad”.