ACCIÓN EN REAL DEL MONTE
MARTHA ESCOBAR

Recorriendo Real del Monte, una de las inquietudes que me surgieron fue el sentido laberíntico de las calles, resultado de la topografía donde se asienta la ciudad. El resultado de esta condición resulta en que cuando varias calles rematan en un solo punto se convierten en plazoletas o (dependiendo de la jerarquía de las calles que rematan en el punto) en plazas o zócalos.

En ese punto de la reflexión del recorrido de Real, empiezo a pensar en los cambio y afectaciones que tiene el hombre en su entorno, en este caso, en la topografía. Si bien dentro de los análisis geográfico-altimétricos, el parteaguas1 delimita o contiene una porción de tierra llamada cuenca, que define el centro geográfico de ese espacio. Esta jerarquía no parece ser tomada en cuenta durante la planeación, desarrollo y crecimiento de Real, por ejemplo el centro de la ciudad, el punto donde se reúnen la iglesia principal y el poder gubernamental (palacio municipal) no corresponde al punto más bajo de la altimetría, sino al encuentro o remate de todas estas calles. A partir de eso empecé a cuestionar si ese se había constituido como centro simbólico, ¿Dónde habrá quedado el centro geográfico?, ¿Con qué tipo de actividad habría sido ocupado?.

La acción consistía en tirar pelotas, desde uno de los puntos más altos de la ciudad (miradores) para que éstas, al seguir el recorrido natural de las calles, indicaran dónde estaba el centro geográfico y cómo estaba siendo utilizado. Se arrojaron 20 pelotas las cuales después se siguieron, para recolectarse y encontrar los lugares donde coincidían la mayoría. Como sorpresa, se encontró que de las 20, seis se perdieron y el resto no pudo llegar tan “abajo” del valle como esperaba, debido a que la disposición de las casas y los materiales con los que están hechas las calles detenían la fuerza con la que se impulsaba la pelota. Así que el recor­rido que hacían era más corto, sin embargo, no lo veo como una falla, algo interesante del mismo ejercicio, y que no contemple, fue que la misma trayectoria de las pelotas me permitió recorrer de otras formas la ciudad y descubrir otros espacios que tal vez por iniciativa propia no hubiera recorrido.

1 Parte aguas: El parteaguas, teóricamente, es una línea imaginaria que une los puntos de máximo valor de altura relativa entre dos laderas adyacentes pero de exposición opuesta; desde la parte más alta de la cuenca hasta su punto de emisión, en la zona hipsométricamente más baja.