Intervención
Ana Gómez


Una plaza suele ser un espacio urbano público, amplio y descubierto. Con frecuencia es un elemento nuclear de una población y tiene que ver con la posibilidad de reunión, conivencia e intercambio. Sin embargo, la plaza de Santo Domingo, que en otra época estaba arbolada, hoy en día es una explanada donde los transeuntes y vecinos tienen poca interacción entre ellos y con el espacio. Se ha transformado en un lugar de tránsito donde la única actividad visible es la oferta y demanda de servicios de impresión.

Mi intención con áreas verdes es devolver a esta plaza el sentido de lugar de convicencia colocando tramos de césped artificial que además de afectar visualmente el lugar provoquen otra percepción y vivencia del espacio.

La pieza consta de 8 módulos triangulares que permiten permutar la distribución de los mismos, enriqueciendo las posibilidades de afectar el espacio.

La acción se realizó por un lapso de 4 horas, durante las cuales se logró la apropiación de la pieza por parte de los transeúntes.