Puente peatonal de la Universidad
Lunes 14 de julio. 12:00 pm

Integrantes:

Marcelo Andrade.
Edwin Asmal. Juan Pañora.
Miguel Muñoz. Jorge Lituma.
Martha Alicia Escobar

La inquietud común del equipo fue el resultado de la inapropiada regeneración urbana de Cuenca, el contraste entre un casco histórico y un entorno contemporáneo pero falto de identidad cuencana. En un lapso menor a 15 minutos se destaca el río como unión/división de dos Cuencas, una Cuenca nacida colonialmente y otra nacida en el siglo XIX que avanzan paralelamente. El río como transito, como conexión y como división; el puente, un icono que también posee un elemento de enlace, que une y separa Cuenca. Su contexto utilitario y su estado de conservación se contraponen, es decir, a pesar del uso intensivo de estos, su mantenimiento es poco o nulo. Es un hecho que pasa desapercibido o que se da por desentendido… a nadie o al público o al gobierno o ¿A quién corresponde cuidar de los puentes?

El "asaltar" la cotidianeidad resulta en la toma de conciencia. Al alterar una situación, en este caso el transito regular del puente, desemboca en la búsqueda de opciones de circulación y en la percepción de la importancia del puente al evidenciar la caída de la conexión… Así se busca propiciar la reflexión de la importancia de unificar y comunicar las Cuencas en este caso a partir de la figura simbólica y física del puente.

Se colectó la opinión de los usuarios del puente de la universidad acerca del deterioro del mismo. Estas frases se escribieron en una cinta de precaución. Con esta cinta se obstaculizó el puente en ambos accesos. Buscamos impedir el paso cotidiano del peatón para hacer conciencia de la importancia espacial y comunicativa del mismo. Para reforzar la idea se pegaron carteles y repartieron volantes con frases que reflejan el estado del puente.