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PAL YACATL
FALTA ALGO AQUÍ
Y SOMOS NOSOTRXS
Y SOMOS NOSOTRXS
…El paliacate, el paliacate
es el emblema de identidad,
y que ha luchado duro en combate
contra el gobierno de inequidad
El paliacate, el paliacate
Ese nunca vamos a dejar,
Es nuestra arma en el combate
Mi paliacate no lo he de olvidar…
Fragmento de canción del conflicto Chiapaneco
es el emblema de identidad,
y que ha luchado duro en combate
contra el gobierno de inequidad
El paliacate, el paliacate
Ese nunca vamos a dejar,
Es nuestra arma en el combate
Mi paliacate no lo he de olvidar…
Fragmento de canción del conflicto Chiapaneco
FALTA ALGO AQUI Y SOMOS NOSOTRXS
A LA MEMORIA SE REGRESA en crisis
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Use
o porte; Al final un paliacate es una
prenda de uso cotidiano, así debería ser la memoria y los recuerdos; Haga su
libro de vida.
Más
que un accesorio, una herramienta, un utensilio, un arma. Aunque el paliacate
no es propio de México está sumamente arraigado en la tradición y es portado
para una multiplicidad de usos. Nada mas TRANS... que un paliacate y nada mas rebelde que este; La subversión en el relato que se hace de forma individual,
aquí lo político , para
modificarnos y decir lo que
queremos recordar y contar. Un tejido de hebras entrelazadas, conexión, unidad,
fuerza y totalidad. Simboliza nacimiento y crecimiento, porque se crea de la
nada y va creciendo con el tiempo, paso a paso, hilo a hilo.
Pal
Yacatl es una propuesta de creación viva en un libro, con el paliacate como soporte que al estamparse genera un relato, una memoria
física, un decir de cada
unx que como el sudor, se impregnará de fragmentos de nuestra propia historia a
través de sellos. El paliacate como textil como recipiente y como
protección, algo al que le
damos vida, idea, emoción y visión del mundo.
Práctica
de re-existencia, orientada a crear, transformar y dignificar el pensar, el
sentir, el hacer y el soñar de los sujetos en un nivel individual y, sobretodo
de un colectivo.
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ESTE
PEQUEÑO TROZO DE TELA QUE SOY YO.
Y esta historia que YO soy, sobre este mundo.
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Relatos a través de nuestra historia
preguntas para desarrollar tu relato:
o ¿Quien soy?
o ¿De donde vengo?
o ¿Qué, y como soy?
o ¿Como y con quien vivo?
SELLOS-IDEOGRAMAS
para trabajar el diseño de cada paliacate y hacer relato:
ALIMENTACIÓN
Identitaria: Maíz, frijol, chile.
Trans: Hamburguesas, frituras, burritos.
RELIGIÓN
Protestante, Guadalupanos, Católicos, Sin religión. Espiritualidad Condor el águila
para trabajar el diseño de cada paliacate y hacer relato:
ALIMENTACIÓN
Identitaria: Maíz, frijol, chile.
Trans: Hamburguesas, frituras, burritos.
RELIGIÓN
Protestante, Guadalupanos, Católicos, Sin religión. Espiritualidad Condor el águila
FAMILIA
Hijxs, Padre, madre, Hermano y hermana de sangre, Herman@s (amigos)
Hijxs, Padre, madre, Hermano y hermana de sangre, Herman@s (amigos)
CASA
Origen: México, Centroamérica, Sudamérica, EU.
Origen: México, Centroamérica, Sudamérica, EU.
Rural y ciudad
Vivienda: Casa, departamento
TRABAJO
Oficina, campo, jornalero, hogar, narco
Billete
CUERPO
Sexualidad: Heterosexual, Homosexual, bisexual, transgenero
Sexualidad: Heterosexual, Homosexual, bisexual, transgenero
ADORNO_SEPARADOR
OllIN, ESTRELLA, FLOR DE 4 PETALOS. ARBOL
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Relatos_ HISTORIAS
por colectivo 2_50
--> ANA GOMEZ
Las torrecillas era una ranchería a las afueras de Saltillo. Allí nacieron mi mamá y sus seis hermanos. Mi abuelo Raúl tenía vacas. Era hombre de campo. Hablaba poco y en voz baja, pero era muy cariñoso. Frente a la casa de mis abuelos estaba un nogal enorme. En verano nos gustaba pasar la tarde sentados a la sombra del nogal escuchando el sonido del campo. Cuando era tiempo de nueces, todos ayudábamos a recogerlas y guardarlas todas en un costal. Luego nos sentábamos junto con mi abuelo a comer las nueces. Él nos enseñaba a quebrarlas una con otra. Mis manos pequeñas batallaban para conseguirlo, pero mi abuelo aguardaba pacientemente hasta que lo conseguía. "No, hazlo tú solita" me decía con una sonrisa dibujada en su boca, feliz de estar rodeado de sus nietos. Todos crecimos y la ciudad también. Las torrecillas pasó a formar parte de Saltillo con todo y el ojo de agua que regaba sus campos sembrados con trigo y alfalfa. Mi abuelo Raúl murió antes de que el agua se acabara en el rancho y de que el viejo nogal terminara por secarse. Guardo con cariño una foto con mi abuelo, ambos sentados a la sombra del nogal en algún verano de mi niñez.
Mi papá es urólogo. Tenía su consultorio en la calle de Victoria, a cuatro cuadras de la Plaza de armas y a cinco de la Alameda. Sus pacientes eran muy variados y algunos, sobre todo la gente de campo, le pagaban en especie. Era común que hubiera animales en casa, animales que adoptábamos como mascotas aún cuando su estado natural no era precisamente el de una casa en el centro de Saltillo con cuatro niños inquietos. Pollitos, conejos, gallinas y tortugas del desierto formaron parte de la familia extendida con la fugacidad de los juegos que inventábamos todas las tardes para entretener el tiempo después de hacer la tarea. Pero un día mi papá llegó con un cabrito jalándolo de una cuerda amarrada a su pescuezo, como si trajera a un perro malcriado y tozudo. El pobre nos miraba asustado con sus ojos negros, negros. "Ojos de capulín" decía mi papá. Esa tarde mis hermanos y yo jugamos con el cabrito. Tomamos turnos para correr con él jalándolo de la cuerda de un extremo al otro del patio, sus berridos quedos como un bebé llorando a la distancia. Una ida a la Alameda el domingo siguiente nos mantuvo alejados de nuestra mascota toda la mañana. Un olor fuerte y dulzón inundaba la casa a nuestro regreso. Mi hermano Quico fue quien notó la ausencia del cabrito en el patio justo cuando mi mamá nos llamaba a comer. La fritada humeante en el platón sobre la mesa del comedor no era un buen augurio. Por más que mi papá insistió, no quise probar ese platillo especial. Al menos no le habíamos puesto nombre al cabrito.
Angelita dio sus primeros pasos a los nueve meses. No quiso gatear. Se ponía de mal humor si la ponía boca abajo. "Ándale, tienes que hacer un esfuerzo" le decía al ponerla sobre la cuna en esa posición, pero sólo lloraba más fuerte. Se aventuró a caminar sola poco antes de cumplir el año. Movía sus piernitas rápidamente, tomada de mis manos, como si tuviera prisa por llegar a algún lado. En su segunda visita al mar la sensación de la arena de la playa le agradó. Salimos a caminar una mañana temprano. Me traía de un lado al otro en la playa, feliz de andar bichis en el calor del mayo tuxpeño. Intenté varias veces que metiera sus pies en el mar, pero prefería mantenerse en tierra firme. Nos sentamos a ver el mar después de la caminata, sintiendo el sol en la piel. Poco después nos alcanzaron mi suegra y mis dos cuñadas, las tres de camino al mar para darse un chapuzón matutino. Angelita me tomó de la mano cuando las vio alejarse y me jaló para alcanzarlas. Las cinco nos metimos al mar esa mañana, felices de sentir las olas a nuestros pies.
Duerme con los brazos alzados, como dormía su hermana mayor a su misma edad. Despierta y se queda calladita, simplemente observando todo con sus ojos grandes, grandes. Ivana comenzó a sonreír desde los dos meses. Al reconocer mi voz, al verme cuando recién despierta, al hacer contacto visual con su hermana, cuando su papá le habla. Es una niña muy paciente y bien portada. Sabe que Ángela, su hermana mayor, se está adaptando a su presencia y que tiene que darle su espacio. Claro que llora y exige su tiempo, pero sabe esperar. Le gusta estar con su hermana. La busca con la mirada cuando oye su voz. Si está comiendo, deja de hacerlo y arquea su cuerpo para que la levante. Lo primero que dijo Ángela cuando la conoció de tres días de nacida fue “un bebé, es mía”. Estoy segura que “Angie” o “hermana” serán de las primeras palabras de Ivana.
VER PALIACATE
--> ESMERALDA PÉREZ GONZÁLEZ
Origen
Mi genealogía se origina en tierra azteca o del maíz (Dethja) de lengua materna otomí y lengua paterna náhuatl. Mestiza sin elección y por imposición heredada, católica de nacimiento. Historia Hasta donde tengo conocimiento mis antiguos parientes maternos viajaron de algún lugar cerca de Temoaya a Huixquilucan estado de México para asentarse y así mis abuelitos Celestina y Remigio dieron vida a mi madre en 1947. Recuerdo que cuando era una niña, mis abuelitos hablaban una lengua que yo no conocía y creí entonces que tal vez eran extranjeros, años más tarde deduje que hablaban una lengua indígena: el otomí o Ñañu y lamente enormemente no haberla aprendido. Mi abuelito Remigio se dedicaba a raspar magueyes para vender pulque, así mismo también hacia carbón en el bosque. Mi abuelita por otro lado recogía leña para cocinar y dentro de sus actividades estaban la de siembra de maíz, la crianza de pollos, gallinas y cerdos para obtener un dinero extra. Recuerdo una casita de adobe con teja y un corredor además de una cocina pequeña del mismo material lateral al lado izquierdo de la casa, un hogar modesto pero muy acogedor que recuerdo con mucho cariño.
Con mi familia paterna nunca ha habido un vinculo afectivo fuerte, así que solo se que mis abuelos paternos siempre vivieron en Cuajimalpa DF, herederos de la cultura Náhuatl y del mestizaje español y en 1951 nació mi padre. Cuando mi padre tenía 5 años su madre muere y queda a cargo de su abuelita madre de su papá, en adelante ella sería también para mi una abuelita. He de mencionar que mientras vivió mi abuelita (bisabuela) mi familias se regio por un matriarcado, debido al fallecimiento de mi bisabuelo al que nunca conocí y quién tomo la rienda de la familia fue ella. Esto es un fragmento de mi vida y mis recuerdos que deseo compartir, porque se que como mi historia existen otras tantas.
México D.F.
VER PALIACATE
--> ARGELIA LEODEGARIO CALDERON
Mi madre tenía tiempo que se sentía mal mi hermano el mayor a los meses de nacido se encontraba enfermo, un embarazo anterior habían nacido unas trillizas las cuales dos de ellas habian nacido muertas y la otra todavía vivio unas horas. El medico les recomendó a mis padres que si querían más familia tendrían que buscar otro lugar donde el clima favoreciera a mi madre y a mi hermano, así es como mis padres decidieron viajar junto con mi hermana la mayor –la primera hija nacida-, mi hermano de meses de nacido del estado de Guerrero, tierra caliente al Distrito Federal con la firme determinación de empezar una nueva vida. En este lugar nació mi otro hermano y yo.
Era un lugar verde donde crecí recuerdo un camino de árboles que caminábamos mi hermano y yo para ir al establo y comprar leche de vaca recién ordeñada, correr entre los surcos, jugar a las escondidillas entre la milpa pero eso duro poco ese lugar se pobló y se llenó de casas, la naturaleza desapareció y solo quedo encerrada en las paredes del panteón del lugar. Una vez una amiga me fue a visitar y le propuse ir al panteón a caminar incrédula me miro y me dijo que si estaba escuchándome le parecía loco la propuesta cuando a mí se me hizo de lo más lógico caminar en un lugar donde todavía podías ver vestigios de la naturaleza que pobló todo ese lugar.
Desde tierras sur-orientales del DF
VER PALIACATE
--> ITAN DE HUI
Semilla cayó del cielo
En el piso 14 y al oriente de la ciudad creció
Nubes negras
Resolana
Año aciago
Dos veces marchitó:
en el primer invierno
antes en la primera calor
Se ha marchado
convertida en semilla de flor
avanza con el viento
buscando montaña
donde enraizar una canción
VER PALIACATE
--> El NANCY
Niño en familia de 6, católica por herencia. Mezcla de tapatíos, purepechas, españoles, nahuatlacas, y descendencia afro, mi cabello chino lo recuerda a diario. Un niño pensando eternamente en la muerte, negándose a entenderse solo, y negándose a vivir como sus padres. Creyendo en que las cosas se pueden cambiar, se deben cambiar; La muerte como solución, la solución en la diferencia, la resistencia como opción de vida, la resistencia desde el SER_COMUN y comunidad. El afecto sin sexo y la identidad como resistencia, cuando lo ultimo que queda como protesta es el cuerpo, los cuerpos en movimiento, el cuerpo negado y el control de los cuerpos otrxs. Quien busca, y eternamente tiene melancolia de algo que nunca supo que fue. Que prefiere la noche, el frio, los días nublados, el estar solo, `propenso a cualquier vicio… Vida citadina, esperando y mirando al campo, con los ojos llenos de smog sin saber como vivirlo.
Desde el ombligo del universo.
VER PALIACATE
--> YUVIA PÉREZ GONZÁLEZ
Sólo dejaremos flores
y cantos de esperanza...
Y aguardar a que amanezca
para continuar la danza!!!
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Relatos_ HISTORIAS
por colectivo 2_50
--> ANA GOMEZ
Las torrecillas era una ranchería a las afueras de Saltillo. Allí nacieron mi mamá y sus seis hermanos. Mi abuelo Raúl tenía vacas. Era hombre de campo. Hablaba poco y en voz baja, pero era muy cariñoso. Frente a la casa de mis abuelos estaba un nogal enorme. En verano nos gustaba pasar la tarde sentados a la sombra del nogal escuchando el sonido del campo. Cuando era tiempo de nueces, todos ayudábamos a recogerlas y guardarlas todas en un costal. Luego nos sentábamos junto con mi abuelo a comer las nueces. Él nos enseñaba a quebrarlas una con otra. Mis manos pequeñas batallaban para conseguirlo, pero mi abuelo aguardaba pacientemente hasta que lo conseguía. "No, hazlo tú solita" me decía con una sonrisa dibujada en su boca, feliz de estar rodeado de sus nietos. Todos crecimos y la ciudad también. Las torrecillas pasó a formar parte de Saltillo con todo y el ojo de agua que regaba sus campos sembrados con trigo y alfalfa. Mi abuelo Raúl murió antes de que el agua se acabara en el rancho y de que el viejo nogal terminara por secarse. Guardo con cariño una foto con mi abuelo, ambos sentados a la sombra del nogal en algún verano de mi niñez.
Mi papá es urólogo. Tenía su consultorio en la calle de Victoria, a cuatro cuadras de la Plaza de armas y a cinco de la Alameda. Sus pacientes eran muy variados y algunos, sobre todo la gente de campo, le pagaban en especie. Era común que hubiera animales en casa, animales que adoptábamos como mascotas aún cuando su estado natural no era precisamente el de una casa en el centro de Saltillo con cuatro niños inquietos. Pollitos, conejos, gallinas y tortugas del desierto formaron parte de la familia extendida con la fugacidad de los juegos que inventábamos todas las tardes para entretener el tiempo después de hacer la tarea. Pero un día mi papá llegó con un cabrito jalándolo de una cuerda amarrada a su pescuezo, como si trajera a un perro malcriado y tozudo. El pobre nos miraba asustado con sus ojos negros, negros. "Ojos de capulín" decía mi papá. Esa tarde mis hermanos y yo jugamos con el cabrito. Tomamos turnos para correr con él jalándolo de la cuerda de un extremo al otro del patio, sus berridos quedos como un bebé llorando a la distancia. Una ida a la Alameda el domingo siguiente nos mantuvo alejados de nuestra mascota toda la mañana. Un olor fuerte y dulzón inundaba la casa a nuestro regreso. Mi hermano Quico fue quien notó la ausencia del cabrito en el patio justo cuando mi mamá nos llamaba a comer. La fritada humeante en el platón sobre la mesa del comedor no era un buen augurio. Por más que mi papá insistió, no quise probar ese platillo especial. Al menos no le habíamos puesto nombre al cabrito.
Angelita dio sus primeros pasos a los nueve meses. No quiso gatear. Se ponía de mal humor si la ponía boca abajo. "Ándale, tienes que hacer un esfuerzo" le decía al ponerla sobre la cuna en esa posición, pero sólo lloraba más fuerte. Se aventuró a caminar sola poco antes de cumplir el año. Movía sus piernitas rápidamente, tomada de mis manos, como si tuviera prisa por llegar a algún lado. En su segunda visita al mar la sensación de la arena de la playa le agradó. Salimos a caminar una mañana temprano. Me traía de un lado al otro en la playa, feliz de andar bichis en el calor del mayo tuxpeño. Intenté varias veces que metiera sus pies en el mar, pero prefería mantenerse en tierra firme. Nos sentamos a ver el mar después de la caminata, sintiendo el sol en la piel. Poco después nos alcanzaron mi suegra y mis dos cuñadas, las tres de camino al mar para darse un chapuzón matutino. Angelita me tomó de la mano cuando las vio alejarse y me jaló para alcanzarlas. Las cinco nos metimos al mar esa mañana, felices de sentir las olas a nuestros pies.
Duerme con los brazos alzados, como dormía su hermana mayor a su misma edad. Despierta y se queda calladita, simplemente observando todo con sus ojos grandes, grandes. Ivana comenzó a sonreír desde los dos meses. Al reconocer mi voz, al verme cuando recién despierta, al hacer contacto visual con su hermana, cuando su papá le habla. Es una niña muy paciente y bien portada. Sabe que Ángela, su hermana mayor, se está adaptando a su presencia y que tiene que darle su espacio. Claro que llora y exige su tiempo, pero sabe esperar. Le gusta estar con su hermana. La busca con la mirada cuando oye su voz. Si está comiendo, deja de hacerlo y arquea su cuerpo para que la levante. Lo primero que dijo Ángela cuando la conoció de tres días de nacida fue “un bebé, es mía”. Estoy segura que “Angie” o “hermana” serán de las primeras palabras de Ivana.
VER PALIACATE
--> ESMERALDA PÉREZ GONZÁLEZ
Origen
Mi genealogía se origina en tierra azteca o del maíz (Dethja) de lengua materna otomí y lengua paterna náhuatl. Mestiza sin elección y por imposición heredada, católica de nacimiento. Historia Hasta donde tengo conocimiento mis antiguos parientes maternos viajaron de algún lugar cerca de Temoaya a Huixquilucan estado de México para asentarse y así mis abuelitos Celestina y Remigio dieron vida a mi madre en 1947. Recuerdo que cuando era una niña, mis abuelitos hablaban una lengua que yo no conocía y creí entonces que tal vez eran extranjeros, años más tarde deduje que hablaban una lengua indígena: el otomí o Ñañu y lamente enormemente no haberla aprendido. Mi abuelito Remigio se dedicaba a raspar magueyes para vender pulque, así mismo también hacia carbón en el bosque. Mi abuelita por otro lado recogía leña para cocinar y dentro de sus actividades estaban la de siembra de maíz, la crianza de pollos, gallinas y cerdos para obtener un dinero extra. Recuerdo una casita de adobe con teja y un corredor además de una cocina pequeña del mismo material lateral al lado izquierdo de la casa, un hogar modesto pero muy acogedor que recuerdo con mucho cariño.
Con mi familia paterna nunca ha habido un vinculo afectivo fuerte, así que solo se que mis abuelos paternos siempre vivieron en Cuajimalpa DF, herederos de la cultura Náhuatl y del mestizaje español y en 1951 nació mi padre. Cuando mi padre tenía 5 años su madre muere y queda a cargo de su abuelita madre de su papá, en adelante ella sería también para mi una abuelita. He de mencionar que mientras vivió mi abuelita (bisabuela) mi familias se regio por un matriarcado, debido al fallecimiento de mi bisabuelo al que nunca conocí y quién tomo la rienda de la familia fue ella. Esto es un fragmento de mi vida y mis recuerdos que deseo compartir, porque se que como mi historia existen otras tantas.
México D.F.
VER PALIACATE
--> ARGELIA LEODEGARIO CALDERON
Mi madre tenía tiempo que se sentía mal mi hermano el mayor a los meses de nacido se encontraba enfermo, un embarazo anterior habían nacido unas trillizas las cuales dos de ellas habian nacido muertas y la otra todavía vivio unas horas. El medico les recomendó a mis padres que si querían más familia tendrían que buscar otro lugar donde el clima favoreciera a mi madre y a mi hermano, así es como mis padres decidieron viajar junto con mi hermana la mayor –la primera hija nacida-, mi hermano de meses de nacido del estado de Guerrero, tierra caliente al Distrito Federal con la firme determinación de empezar una nueva vida. En este lugar nació mi otro hermano y yo.
Era un lugar verde donde crecí recuerdo un camino de árboles que caminábamos mi hermano y yo para ir al establo y comprar leche de vaca recién ordeñada, correr entre los surcos, jugar a las escondidillas entre la milpa pero eso duro poco ese lugar se pobló y se llenó de casas, la naturaleza desapareció y solo quedo encerrada en las paredes del panteón del lugar. Una vez una amiga me fue a visitar y le propuse ir al panteón a caminar incrédula me miro y me dijo que si estaba escuchándome le parecía loco la propuesta cuando a mí se me hizo de lo más lógico caminar en un lugar donde todavía podías ver vestigios de la naturaleza que pobló todo ese lugar.
Desde tierras sur-orientales del DF
VER PALIACATE
--> ITAN DE HUI
Semilla cayó del cielo
En el piso 14 y al oriente de la ciudad creció
Nubes negras
Resolana
Año aciago
Dos veces marchitó:
en el primer invierno
antes en la primera calor
Se ha marchado
convertida en semilla de flor
avanza con el viento
buscando montaña
donde enraizar una canción
VER PALIACATE
--> El NANCY
Niño en familia de 6, católica por herencia. Mezcla de tapatíos, purepechas, españoles, nahuatlacas, y descendencia afro, mi cabello chino lo recuerda a diario. Un niño pensando eternamente en la muerte, negándose a entenderse solo, y negándose a vivir como sus padres. Creyendo en que las cosas se pueden cambiar, se deben cambiar; La muerte como solución, la solución en la diferencia, la resistencia como opción de vida, la resistencia desde el SER_COMUN y comunidad. El afecto sin sexo y la identidad como resistencia, cuando lo ultimo que queda como protesta es el cuerpo, los cuerpos en movimiento, el cuerpo negado y el control de los cuerpos otrxs. Quien busca, y eternamente tiene melancolia de algo que nunca supo que fue. Que prefiere la noche, el frio, los días nublados, el estar solo, `propenso a cualquier vicio… Vida citadina, esperando y mirando al campo, con los ojos llenos de smog sin saber como vivirlo.
Desde el ombligo del universo.
VER PALIACATE
--> YUVIA PÉREZ GONZÁLEZ
Sólo dejaremos flores
y cantos de esperanza...
Y aguardar a que amanezca
para continuar la danza!!!
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PALIACATES_ HISTORIAS, GENERADAS DURANTE LA EXPOSICIÓN MEXICANOS AL GRITO DE GUERRA.
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Intervención en Mission Cultural Center for Latino Arts
EXPOSICIÓN
Mexicanos al Grito de Guerra:
We didn't cross the borders, the borders crossed us.
https://www.facebook.com/events/1079542265391921/
We didn't cross the borders, the borders crossed us.
https://www.facebook.com/events/1079542265391921/
https://www.facebook.com/mccla/
http://latinofresh.com/wordpress/event/mexicanos-al-grito-de-guerra-we-didnt-cross-the-borders-the-borders-crossed-us-sf/
https://missionlocal.org/2016/01/mexican-american-artists-address-shared-struggles-in-new-exhibit-in-sf-mission/
http://thecitylovesyou.com/mexicanos-grito-guerra/
http://latinofresh.com/wordpress/event/mexicanos-al-grito-de-guerra-we-didnt-cross-the-borders-the-borders-crossed-us-sf/
https://missionlocal.org/2016/01/mexican-american-artists-address-shared-struggles-in-new-exhibit-in-sf-mission/
http://thecitylovesyou.com/mexicanos-grito-guerra/